17 febrero 2010

¿Cómo elegir?

Una de las peores sensaciones que he experimentado (y que creo siempre experimentaré) es la duda, la incertidumbre, la confusión, no saber qué elegir. Generalmente cualquiera de éstas va acompañada de otra sensación que no ayuda mucho a sentirte bien.

Como seres humanos (racionales por ende) tenemos derecho a cuestionarnos. Está bien cuestionar y no aceptar las cosas por aceptarlas. Está bien darle vueltas al asunto, pero ¿cuántas vueltas?, ¿por cuánto tiempo?. A veces creo que al dudar me hago bolas de todo, y en vez de tomar una buena decisión, tomo la incorrecta. Como dice una gran amiga, el problema a veces está en que pensamos mucho, le damos muchas vueltas al asunto, nos desesperamos, finalmente nos arrebatamos y tomamos malas decisiones.

Los tan famosos triángulos amorosos deben ser un desastre total. Lo imagino y creo que sería una avalancha de sentimientos contradictorios y confusos. La pregunta final (y la más importante) sería: y ahora, ¿a quién elijo?. Existe algo en cada una de las personas involucradas que hace que no sea tan fácil decir "chau" o el tan popular "next". Una de las cosas importantes que te hacen dudar son los sentimientos.

Generalmente pasa la siguiente figura: Una chica, dos chicos. La chica está enamorada del chico A. El chico A puede ser que también la quiera, pero no se decide, o falta algo, algo los detiene. El chico B tiene y entrega todo lo que la chica desea. El chico B se desvive por la chica, pero ella siente que no puede iniciar nada con él, porque ella dice que quiere al chico A. El chico A se va alejando. Ella no quiere dejarlo ir. Tiene esperanzas aún. El chico B se va acercando y a pesar que ella siente que el chico B es el chico ideal, piensa... si el chico A hiciera todo lo que el chico B hace, todo sería perfecto. Eso nunca sucederá. El chico B no se da cuenta que la está conquistando con sus detalles. Él piensa que ella ya tomó su decisión y que obvio que él no fue su elección. La chica se aferra a no perder al chico A. Se va cansando. Tiene miedo. El chico B está haciendo todo bien. Finalmente, cree que es mejor estar sola y se aleja solapamente. Lo del chico A es relativamente fácil porque él ya se estaba alejando solito. El chico B es más terco y sigue ahí. Al final quedan la chica y el chico B. Pero no sucede nada. Ella siente que no puede. Al final nunca se decidió por alguno (quizás sí por el chico A, pero no valió la pena). Lo que tiene claro es que tiene sentimientos hacia los dos. Las cosas están siguiendo su curso. Que sea lo que el destino dicte.

Si yo fuera amiga de la chica, no sabría que aconsejarle. No sabría decirle qué es lo mejor. Yo también dudaría, cuestionaría todo acerca de los dos chicos. Ok, ahora dudamos las dos. Podría decirle que luche por quien quiere, pero si es que el chico A no la quiere como debe, entonces mejor que lo deje ir. Podría decirle que le de una oportunidad al chico B porque la quiere de verdad, pero no sé cuánto demore en olvidar al chico A. O podría decirle que se aleje de los dos. Si fuera amiga del chico A le diría que es un tonto, que no es posible que no se decida y actúe, que deje de darle vueltas al asunto y hable con la chica. Si está muy indeciso le diría que la deje en paz, que la deje ser feliz. Si fuera amiga del chico B le diría que deje ir a la chica, que ella no se decide aún, y si es que ella toma una decisión igual estaría dudando de haber tomado la decisión correcta. Aunque, si supiera que la quiere demasiado, creo que le diría que luche por ella. Al final, de todas formas ella lo quiere.

Creo que la chica terminará sola. No va a poder con la duda, no va a poder decidir.

2 comentarios:

  1. coincido en tooooooooooodo contigo... pensar mucho algo trae problemas, pero se puede tomar una decisión sin pensar? y dónde quedan las consecuencias? mejor la pienso xq fácil y me equivoco x tomar una decisión rápida, pero q tanto debo pensar? cuánto tiempo? y si por pensar mucho pierdo el tiempo y la oportunidad?
    jaaaaaaaaaaaaaaaa creo q esta vez yo podría elegir mal sin tener 2 opciones jajajajaja eso se puede? en mi vida todo lo raro es posible =9

    ResponderBorrar
  2. Exacto! He ahí el dilema. De hecho que tenemos que pensar cuando queremos decidir. Pero cuánto tenemos que pensar. A veces una decisión se toma teniendo el 51% de cosas a favor de esa decisión. Pero si ese día pasa algo que te hace vulnerable hacia la otra opción entonces ese 51% sería para la opción 2. Es muy relativo. Pero creo que lo importante es decidir. Ser lo suficientemente osado para lanzarte hacia una opción. Muchas personas no pueden y se quedan con la duda y prefieren retirarse, alejarse. Para mí, eso es acto de cobardía.

    ResponderBorrar